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Muchos magos suelen utilizar en su presentación la formula mágica hokus pokus, sin preocuparse lo más mínimo de su significado. Es muy interesante conocer los orígenes de dicha expresión y de observar cómo se ha ido modificando a través del tiempo.
¿De dónde procede, pues, la expresión Hokus Pokus? Dudén trata este asunto muy por encima en su diccionario y la define como una formula mágica absurda. Partiendo de esta base ya no podremos concebir más la expresiónb Abracadabra sino como una simple fórmula mágica a la que conviene añadir el calificativo de “absurda”. Un léxico un poco más preciso dice: Hokus Pokus, palabra sencilla o vocablo que condensa una serie de pensamientos. Un investigador diría que la expresión es un derivado de la definición holandesa de la palabra “Escamoteador” (orbox on ockesbockes). Personalmente creo que más pronto sería a la inversa. Según el “Meye’s Konversations lexikon”, Hokus Pokus debe tratarse de una mutilación blasfema de la fórmula de Santa Cena “Hoc et Corpus”. Esta explicación, aun siendo tentadora, nos parece no obstante un poco “tortuosa”.
Moskowsky se rebela en contra de ella. Contradice cualquier fonética y va en contra de toda verosimilitud. Estos dos puntos son además la evidencia misma; hay que recordar que en la época de su origen o, mejor dicho, en la época en que esta fórmula sería utilizada por vez primera, es decir en la edad media, la condición de mago no resultaba nada fácil y se libraban muchas veces por un pelo de morir en la hoguera. El empleo de una calumnia semejante por un malabarista en una plaza pública hubiera dejado para largo tiempo un olor de chamusquina en el olfato de su auditorio.
El germanista Friedrich Kluge declara que antaño el grito de “Hokus Pokus” servia en Italia de fórmula mágica. Y aquí es cuando el investigador pisa el umbral de la solución del enigma. No hay más que un paso para hallar una explicación perfectamente luminosa. Este paso, es la fórmula italiana: occhia bocca. Ochia, ojo; bocca, boca. Se trataba, según Moskowsky, de una condensación más compresible entre el tumulto de la plaza pública, de la frase: “Abrid los ojos y una boca atónita”. Meta que pretendían alcanzar todos los ejecutantes de juegos de manos de aquella época.
Se observa ahora mejor que, lejos de tratarse de una fórmula cabalística cualquiera, representaba para el juglar de antaño, una llamada para atraer al público ante su barraca, al estilo de lo que en nuestros días se dice: “Vengan a contemplar a la mujer serrada viva” … y no “Hokus Pokus schalasti – plastiabracadabra … “. No, los juglares no eran malos sociólogos, ni mucho menos. Para ellos se trataba de una fórmula publicitaria con significado concreto y no una fórmula mágica incomprensible para el público, el cual en lugar de sentirse atraído, hubiera penetrado en una barranca vecina donde le hubiesen mostrado cualquier mujer gigante. Hokus Pokus, derivado de “Occhia et bocca”, no deja de ser otra cosa que la condensación de una frase idéntica a la que aún hoy en día se utiliza de: “Abrid bien los ojos y las orejas a lo que mi boca dice” (se sobreentiende: no veréis lo que mi mano hace) o también de esta otra aun más moderna: “No hago lo que creéis que hago, pero ya he hecho lo que creéis que no he hecho”.
Por Vermes – Ilusionismo Num 203 Diciembre, 1964
Nos vemos!
Fritz Cueva
Fritz Cueva
Bueenaaa!
ResponderEliminargracias por compartirlo!
saludos